Según un comunicado de la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat, ocho de los nueve detenidos -todos ellos de entre 20 y 48 años y de origen rumano- aportaron los documentos supuestamente facilitados, mientras que el noveno se los habría facilitado.
Los hechos ocurrieron el pasado martes, cuando los funcionarios encargados de expedir los documentos de extranjería de la comisaría de Gandía se percataron de que un grupo de ocho ciudadanos de origen rumano había presentado documentos de empadronamiento del Ayuntamiento de esa localidad que parecían estar falsificados.
Los agentes averiguaron que los ahora detenidos vivían en realidad en Alzira y que un noveno hombre les había proporcionado los certificados de empadronamiento supuestamente falsificados.
El noveno implicado se encontraba en las inmediaciones de la comisaría, al parecer esperando al resto "para comprobar que realizaban correctamente los trámites" y también fue detenido por un presunto delito de falsedad documental y otro contra los derechos de los trabajadores.
Según las mismas fuentes, los primeros ocho detenidos habían sido captados para trabajar en España a través de una empresa radicada en Rumanía, que previo pago los trasladaba a Valencia en autobús, donde contactaban con un enlace que los llevaba hasta Alzira y los realojaba en pisos.
Posteriormente, el enlace de la organización les facilitaba documentación supuestamente falsificada para poder obtener la tarjeta de residente comunitario de la Unión Europea y así poder trabajar.
Los detenidos, sin antecedentes policiales, han sido puestos a disposición judicial.